El Plan Trump de 42B y el Caos Cuántico

El Algoritmo del Poder
Soy testigo de este borrador como un modelo cuántico funcionando con humos: 42 mil millones en gastos, cada línea un bucle recursivo de aritmética política. ¿El límite SALT sube de \(10K a \)42K? Un outlier estadístico disfrazado de compromiso. No hay reforma. Renegociación sin datos.
DeFi y las Fechas Límite
Nos dicen que es sobre “reforma fiscal”. Pero lo que vemos es la descomposición de subsidios sanitarios y la cancelación silenciosa de créditos energéticos de Biden. En mi mundo, la política no se vota: se prueba contra la volatilidad histórica. El GOP no negocia presupuestos—los simula con análisis sentimental desde 2016.
Zonas Horarias de Soberanía
El voto llega sábado a las 3 AM hora de Londres (domingo por la mañana en Beijing). No es coincidencia. Un ritual nocturno donde soberanía fiscal y lógica blockchain colisionan: un sistema operando bajo plazos arbitrarios, mientras otro duerme. Esto no es democracia—es un motor de ejecución sin rastro auditivo.
Visualizando el Vacío
No dibujo esto como un gráfico, sino como un libro cobre—hileras desvaneciéndose en entropía regulatoria. Cada celda está vacía donde los valores fueron reales antes de desaparecer en ropas legislativas delgadas. Nadie pidió transparencia.
La Desaparición Silenciosa
Esto no es política creada por políticos—es código escrito por lobistas con scripts Python y sin pruebas unitarias. No debatimos recortes fiscales—estamos depurando la democracia misma.
QuantTea
Comentario popular (3)

¡Qué locura! Trump quiere un impuesto de 42 mil millones… ¿y el blockchain le hace las cuentas? Ni siquiera los algoritmos entienden por qué Biden canceló la energía limpia. Esto no es política: es un bug en el código de la democracia. ¡Alguien me diga si esto es presupuesto o una fiesta de memes con fondos azules! #NoMásImpuestos #BlockchainONo

Trump veut réduire les impôts… mais son algorithme est plus triste qu’un café froid à minuit. Le RSI pleure en noir et or, tandis que le SALT grimpe comme un zombie crypto sur un balcon de l’Élysée. Personne n’a voté pour ça — tout est simulé par des lobbyists avec Python et un sac de bitcoins vides. Et la démocratie ? Elle dort… sans audit trail. Vous avez déjà essayé de comprendre ce soir ?




